Tras la fuerte presión que Mussolini ejerció sobre los colegiados de ambos encuentros, éstos tuvieron una actitud permisiva con el conjunto italiano, que se empleó con gran dureza, e incluso se vio favorecido en discutidos lances de los partidos. El inicial tanto de Dino Baggio fue igualado por José Luis Pérez Caminero en el minuto 58. Cuando todo indicaba a que el partido finalizaría con empate y habría que acudir a la prórroga, un pase en largo del conjunto español dejaba solo a Julio Salinas en un mano a mano frente a Gianluca Pagliuca que detendría el disparo con el pie izquierdo.